Clases, clases, clases. Era de lo que se hablaba por la escuela, la noche anterior Reggan había salido del castillo desde temprano, primero para romperle el corazón a Ely y a sí mismo y luego para ir a beber a Hogsmeade hasta que se lo echaron de ahí y simplemente comenzó a caminar sin rumbo fijo hasta el amanecer cuando decidió volver al castillo, odiando a todo y a todos por lo que tuvo que decirle a Elysian que no tenía la culpa de nada, de su vida, sus problemas, pero creía firmemente en que era lo mejor, aunque no tenía idea de cómo sería verla desde lejos hasta que tuviera la oportunidad de hablar con ella a solas para explicarle en algún lugar seguro porque tuvo que hacerlo. Estaba tan cansado y confundido que se perdió de camino al lago, inconscientemente intentaba evitar ir ahí.
Lamentablemente no tardo mucho en encontrar al grupo de estudiantes y a la profesora Avery debajo de un árbol cercano, estaba tan pálido como en el momento en que le dijo a la menor que no quería volver a verla cerca de él, estaba agotado física y mentalmente y le dolía la cabeza horrible, para mejorar las situación Ely estaba ahí, sentada en “primera fila” trato de sentarse lo más alejado posible de ella, pero sus ojos no dejaban de mirarla, ni siquiera su mente podía concentrarse en lo que la profesora decía, que básicamente era algo que ya sabía, a excepción del calamar dado que su llegada a la escuela había sido después de esa clase. Así que no tenía preguntas, al menos no sobre criaturas marinas, intentaba desviar la mirada pero cada vez regresaba a la joven de Ravenclaw que parecía ignorarlo.
La noche del baile Reggan afronto la realidad de lo que ocurriría cuando el reloj marcará las doce, Halloween, la noche en que nació hacía dieciocho años en la recamara principal del castillo Vlad, el orgullo de su familia, el próximo heredero, todo en su vida fue planeado hasta este momento, sin importar los inconvenientes como la muerte de sus padres, la despedida de su hermana, eso no era nada en comparación con lo que sintió en aquel momento, que le helo el alma y lo hizo comportarse de manera tan extraña, se había jurado a si mismo dejar en paz a la joven que ahora mantenía en sus brazos pero no podía, no quería, ella confiaba en él y él daría su vida con tal de verla feliz, y de mantenerla a salvo en el juego tan peligroso en el que se habían metido.
Sintió como ella correspondió al contacto, era perfecta la manera en que sus cuerpos se adaptaban el uno al otro. Se aparto suavemente con una sonrisa cautivadora en los labios como si fuera el mismo chico coqueto, atrevido y misterioso que conoció aquella tarde en el lago, aunque nunca volvería a ser el mismo, se sentía diferente, se sentía con ganas de llevarla al fin del mundo de la mano y nunca soltarla.
-Gracias por la invitación, fue una grata sorpresa…- Se sentó en un suave y elegante movimiento tomando una postura perfecta, mirándola con ojos soñadores- ¿A qué debo el honor? – Su lado arrogante salía inconscientemente-
Deambulaba sin un rumbo fijo por los amplios corredores del castillo que sería su hogar por un año antes de regresar a Rumania, con su hermana y así destituir a su tío del título de conde que le fue asignado cuando su padre murió y que nunca mereció realmente. Por ahora debía asistir a clases, llevar buenas calificaciones y buena conducta, con lo primero no tenía problema, era un joven brillante, adiestrado en la magia y con una habilidad ilimitada a la hora de aprender nuevas cosas, se suponía que por eso estaba aquí, los miembros de la orden habían hecho un excelente trabajo durante tantos años educándolo pero ahora llegaba el momento de enfrentarse al mundo real y con ello aprender a convivir con jóvenes estudiantes de su edad. Un fiasco total producto de un chantaje, su tío se atrevió a jugar con lo más sagrado para él, Catherine. No se saldría con la suya.
Por ahora conocer las mazmorras había sido una grata sorpresa, si bien era un lugar frío y obscuro de cierta manera le recordaba a casa, lo que si no le pareció fue que tuviera un compañero de habitación, por dios, quien sabe qué clase de persona podría ser, alguien sin clase o cultura o aun peor, un mestizo, esa idea sí que lo ponía incomodo, por ahora no habían llegado a toparse pero por otro lado podría ser alguien sumamente agradable, interesante, elegante y bien parecido, estaba la incógnita en el aire. Ya se daría el tiempo de conocerlo luego, por ahora solo quería salir de ahí, salir y recorrer los jardines o alguno de los invernaderos de los que había escuchado por los cuadros de las paredes que le contaron que la sala común de las serpientes estaba bajo el lago negro, ahí quería estar, no había nada como el bosque para animarlo, siempre iba ahí cuando sentía que perdía el control y cuando no quería asesinar a alguien para librarse de esas emociones.
Con lo que no contaba era que a su paso se toparía con una clase. No quiso pretender que estaba huyendo de ello, por el contrario, la idea de tomar la primera clase en la nueva escuela justo el día que llegó era emocionante, pero el panorama pronto se volvió abrumador cuando se acerco al grupo de estudiantes reunidos, las clases fuera siempre provocaban una sensación mucho mas vigorizante que estar dentro de un aula pero al parecer el tinte rosa de la profesora le había afectado las neuronas por que estaban sentados sobre una enorme manta de picnic comiendo galletas y estaban demasiado cerca, aquello le abrumaba, se concentro en mantener la calma, pensar demasiado en ello le atraería estrés y eso afectaba a su piel.
Se sentó lo mas retirado posible de los estudiantes pero lo suficiente como para escuchar a la profesora, estaba impresionado de la cantidad de personas asiáticas que había, una escuela muy diversa en comparación con lo que imaginaba, creía que habría más Ingleses, incluso Americanos pero ya ver tanto Oriental era desconcertante aunque interesante, nunca había ido a ningún país de aquellos y le intrigaba la idea de poder conocer nuevas culturas como esa. Pronto se dio cuenta de que trataba la clase, CCM, y hoy verían demonios de agua.
Lo contraproducente de tomar clases privadas en casa toda la vida fue que Ree nunca llego a conocer muchas de las cosas que veía en los libros, entre ellas la amplia gama de criaturas mágicas, si, a los dragones los conocía a la perfección, al ser de la Aristocracia Rumana su familia estaba ampliamente relacionada con tan fascinantes criaturas, no por algo allá se ubicaba el santuario más grande del mundo mágico. A ellos los había visto demasiadas veces, los había estudiado y sabía sobre ellos pero del resto estaba meramente amaestrado en conocimiento literario.
Grindylows , si, los conocía, aunque nunca había visto uno, era increíblemente repulsivo pero aun así Reggan quería acercarse a examinarlo, tocarlo, y aclarar todas las dudas que tenía, era el método perfecto, experimentación, pero no creía que la profesora fuera a dejarlo diseccionar a la criatura. Escucho a sus compañeros y luego añadió algo que falto a la información:
-Se encuentran clasificados por el ministerio como criaturas con escala XX que son inofensivas o en su defecto pueden ser domesticadas.
Salvo por que tuvo la oportunidad de conocer a las criaturas en persona, esta clase había sido muy similar a las que tenía en casa y mucho más corta, si bien había entendido que en las clases pasadas solían interactuar con las criaturas incluso en su entorno hostil ahora solo una clase explicativa lo dejaba con demasiadas expectativas incompletas y por lo tanto con un sentimiento de vació en el pecho que solo podría ser llenado con indagar en la biblioteca del castillo el resto de la tarde u organizar sus memorias mientras recorría el lugar para familiarizarse cuanto antes con todo, pero aquí las cosas eran abrumadoras, la profesora Avery, la inusual joven que debía ser mucho mayor que todos y se comportaba de aquella manera tan infantil de cierta manera lo había decepcionado y a la vez le parecía interesante ¿A caso el tinte le había quitado la poca cordura que le quedaba? No tenía ni idea, aunque estaba seguro de algo, para ser una profesora en Hogwarts debía haber algo extraordinario en ella, y eso era lo que quería conocer, la parte “mágica” de una mujer de la que podía esperar cosas asombrosas por el simple hecho superficial de que se le hubiera otorgado un puesto como aquel, Reegan estaba acostumbrado a fijarse mucho en esos detalles pero más que eso, su primera impresión de Wendolyn estaba dispuesta a cambiarla por los motivos correctos.
Se puso de pie y se alejo del grupo dirigiéndose rumbo a los jardines para pasar el resto de la tarde fuera, intentando descifrar que haría ahora que estaba tan lejos de casa.
En realidad esperaba una reacción completamente distinta a la que tuvo cuando se le acerco, esperaba que lo rechazara, pero no fue así. La mano sobre su pecho era cálida,, contrastando con su piel, era reconfortante. La miraba con admiración, aun a pesar de todo lo cometido ella era tan noble al concederle la oportunidad de poder estar juntos de nuevo. No se la merecía, definitivamente. Su otra mano se deslizo por su mejilla acariciándola con ternura al escuchar el breve poema que recito con su melodiosa voz, que le dolía y al mismo tiempo lo hacía emocionarse.
Luego vino aquel abrazo que lo hizo desarmarse, la rodeo por la cintura sintiendo el calor de su piel.- Te amo…- susurro quedando fascinado por su sutil amenaza, en caso de que volviera a comportarse como un idiota.- Ely… nunca fue mi intención dejarte y nunca lo haré, eres todo para mí y yo solo quiero estar contigo y hacerte muy feliz.
Estaba a punto de besarla cuando esta se desplomo sobre la cama, la observo y se horrorizo al verla temblar de aquella manera ¿Qué le pasaba? ¿Podía arreglarla con magia? Su primera idea fue que tenía frío, el era experto en ver el sufrir de los demás, no en ayudar, se acostó a su lado, abrazándola y cubriéndose a ambos con las sabanas.
-Tranquila… estoy aquí…-
¿Cómo explicar esa sensación de despertar mucho antes del amanecer? Algunos dirían que es frustración o incluso alivio por las horas de sueño que aún quedan por delante. Pero para Reggan era una nueva rutina, no sabía por qué, siempre durmió muy bien pero desde su llegada a Hogwarts el sueño solía irse a la mitad de la noche y no por voluntad propia como sus desvelos en casa, si no como un mecanismo fisiológico que sin razón aparente comenzó a manifestarse y que lo hacía sentir curiosidad por descubrir a que se debía ¿Estaba estresado, preocupado o inquieto de alguna manera? Su primera respuesta habría sido decir: No. Pero pensándolo un poco mejor, lo estaba, por Ely, por su hermana, por lo que ocurría en casa estando tan lejos. Nunca se sintió tan abrumado teniendo que aparentar estar bien y tranquilo para asistir a clases y demás actividades escolares, además, no había matado a nadie en tres semanas, estaba hecho un lío, y su viaje de placer con las Asiáticas no pudo compensar ese deseo de sangre. Salió de la cama y se quedo contemplando a su compañero que dormitaba en la cama de al lado, aun no podía creer que le asignaran un compañero en una habitación tan pequeña que no era ni la décima parte de su dormitorio en el castillo Vlad, además ni siquiera habían hablado y salvo a la hora de dormir no se habían visto fuera de la habitación. Decidió no darle más vueltas al asunto y salió de ahí, enfundado en un abrigo largo de piel en un tono gris pálido, que resaltaba aun mas sus ojos. Avanzo con cautela por los corredores, nadie, absolutamente desiertos, era tan sencillo salir, se preguntaba que estarían haciendo los prefectos en estos momentos, patrullando la escuela no. Salió al jardín donde una suave brisa lo despeino con gracia, se preguntaba si era el momento de cambiar su estilo por uno más actualizado, en esta escuela nadie sabía vestir con clase y estaba seguro de que miraban su estética de manera anticuada, no sabían apreciar algo así, no tenía sentido. Toda su vida llevo el cabello largo como hasta el momento pero ¿Qué tal más corto? Mientras pensaba en todo aquello deslizo un cigarrillo entre sus labios y con un chasquido de sus dedos lo encendió, caminando en medio del paisaje nocturno con algo más en mente, todo esto le parecía bastante familia y no sabía explicarlo, paso a paso era como si viviera una historia que ya conocía, una que lo llevo hasta donde crecían los rosales e inesperadamente una imagen vino a su mente, el lugar estaba rodeado por arbustos, comenzó a recorrerlo como caminando en círculos intentando descifrar que era: - Oh! tuve un maldito dejá vu- Era una constante en su vida a la que no estaba acostumbrado pero siempre se llevaba nuevas sorpresas, en esta ocasión se adelanto haciendo creer que se había ido de ahí, pero en realidad solo se desvió un poco y asomándose entre las hojas observó al chico que estaba escondido ¿Se ocultaba de alguien más? Quizás era tímido. -Es una bella noche ¿No lo cree?- Susurro con una sonrisa divertida, quería ver su reacción ya que consideraba que eso era lo mas interesante de una persona, mas de un desconocido al que ya había predicho que conocería.
#LetsMeet
PREFACIO:
“Detrás de todas las cosas exquisitas hay algo trágico”
Soy un joven Aristócrata. Un caballero de actitud refinada con costumbres antiguas pero con la mente abierta de la era contemporánea.
Me apasiona el arte, soy amante del placer –no solo físico, eh vivido en el pecado por tanto tiempo que ya no me llama el deseo carnal, más que nada lo busco en lo intelectual, espiritual y emocional- y el poder. De modales impecables y aspecto angelical, nadie sospecharía que alguien como yo guarda obscuros secretos que a cada instante condenan su alma a un tormento perpetuo en el más profundo de los abismos. Soy encantador, lo sé, puedo ser la mejor de las compañías o la peor de tus pesadillas, todo depende de ti y de cuán bien sepas comportarte, conoce tu lugar para no tener que recordártelo.
No temo hacer lo necesario para obtener lo que quiero, y siempre lo hago. Sínico, hipócrita… claro que sí, nunca me han llamado así pero cada quien sabe lo que es, las personas suelen amarme o mejor dicho, a lo que aparento ser. Eh hecho lo necesario para sobrevivir, y cuando lo conseguí comencé a vivir mi manera. No, no me atemoriza el futuro, por el contrario, nací con la “virtud” de poder mirar hacia él, yo lo llamo de otra manera “maldición” una maldición que no me permite esperar lo inesperado, yo no creo en las coincidencias, pero sé mejor que nadie que todo pasa por una razón, quizás por ello manipulo todo y a todos a mi antojo pero tranquilos se apreciar a aquellos que son leales sin buscar nada a cambio pero tampoco es que pueda confiar en alguien a la ligera, soy calculador y metódico, el lado más conveniente siempre será el mío y si no estás ahí estas en mi contra ¿Crees salir bien librado de ello? Toma tus precauciones y aléjate de mí o ven conmigo y entrégate a la obscuridad de una vida llena de placeres que ni en tus sueños más horridos pudiste haber conocido.
Reggan B. Stoker. Es un placer conocerlos.
Off: Lamento haber tardado tanto en publicar mi presentación que debió estar casi desde mi llegada pero tuve algunos problemas. Sin mas contratiempos, es un honor estar en Slytherin y poder formar parte de la mejor casa de Hogwarts.
||Privado|| Charlemos sobre amor: Conozcamonos mejor ¿Qué es lo que realmente sientes por mí? || Elysian Lutz || 5/10/2016 || Londres || 7:00 pm. ||
¿Cómo puede el diablo empujarte a los brazos de alguien que luce lo más parecido a un ángel cuando te sonríe?
Interesante ¿cierto?
Eso no fue lo que pensé el día en que conocí a Elysian, quizás porque no la conocía en realidad, por su parte ella no sabía nada acerca de mi, y con ello me refiero a nada de lo que verdaderamente influye a la hora de considerar dejar de lado a alguien peligroso, una mala influencia en tu vida.
Evidentemente eso era lo que él menos quería, que ella se alejara por considerarlo una persona inestable emocionalmente, alguien a quien temer, se podría decir que nunca en su vida, desde su nacimiento existió en su ser un sentimiento más puro como el que esa niña le evocaba, incluso haciéndolo desear jamás haber cometido tales atrocidades, pero estaba hecho, lo hizo, mato a mas personas de las que alguien común podría recordar y no planeaba detenerse, disfrutaba de ello y de los placeres mas depravados que la mente humana era capaz de materializar en su entorno. Oh si que le gustaba aquello, pero Ely, ella estaba prohibida para todo eso, con ella podía mantenerse tranquilo e incluso de avergonzaba de si mismo –cosa que en sus diecisiete años de vida jamás le paso ni por un segundo-
Esta noche, después de leer su nota había elegido convertirse en su propio verdugo, aquel que tiraría la cuerda de la guillotina que lo mandaría a una muerte segura. Ya podía sentir la navaja cortando su cuello, como si esos instantes pasaran en cámara lenta viendo a la piel abrirse, la sangre brotar y prolongando la agonía en lo más posible. Una idea que habría parecido tentadora en el pasado y que ahora lo llenaba de una sensación nueva, temor, miedo. Estaba nervioso aunque no lo demostrara de camino al lugar establecido para su encuentro, su imagen seguía siendo elegante, seductora y misteriosa aunque por dentro se preparaba para ser épicamente rechazado por ser una persona desagradable, no había vuelta atrás, la cita estaba en puerta y a unos cuantos minutos para que ella llegara, no sería el único en hablar sobre sus secretos pero sabía que en comparación los de Ely serían mínimos, aunque se llamo a sí misma asesina sabía que las mujeres solían exagerar muchas veces sus palabras, no esperaba llevarse aquella sorpresa conforme avanzaría la noche.
Sentado junto al ventanal contemplaba a la única vela que adornaba la mesa rodeada de rosas blancas, nada mas apropiado para esta noche, porque hasta el ambiente romántico y tranquilo resultaba encantador, imaginaba que no había podido elegir mejor el lugar donde le romperían el corazón.
*
Su mirada era captada por todas las cosas a su alrededor, cuando la lluvia comenzó a caer se dijo a si mismo que todo iba a estar bien, que no tenía por qué tener miedo, lo peor que podía pasar era ser rechazado, épicamente, si eso sucedía podía volver a su vida común, sintiéndose aun mas vació que antes, se estaba dando por vencido antes de enfrentarlo y ese no era su estilo, algo lo regreso de golpe a la realidad, se puso de pie casi al instante en que la suave y melodiosa voz de Elysian lo saludo, volteo a mirarla y se quedo sin palabras, como si todo lo que hubiera planeado se desarmara cuando sus ojos se cruzaron con los de aquel ángel. La seguridad de la que alardeaba se vio súbitamente convertida en dudas que eran demostradas con el temblar de su voz que tardo un poco en aclararse, se veía tan hermosa. -Eh… Ely… ahm… Ely… ¡Señorita Lutz!- sus mejillas se ruborizaron de golpe- Gracias por haber aceptado mi invitación de esta noche- una sonrisa tímida que nunca antes hubiera esbozado naturalmente frente a alguien apareció mientras iba del otro lado de la mesa para correr la silla permitiendo que la señorita Lutz se sentara- Por favor, tome asiento…- regreso a su lugar y sentándose con elegancia se quedo contemplándola, como si esperara que ella dijera algo pero recordó que estaban ahí por su causa así que: -Señorita Lutz… Elysian, debes estarte preguntando por que te cite aquí esta noche, recibiste mi nota y agradezco que te tomaras en tiempo de responderla, tus palabras son lo más hermoso que alguien me había dicho prácticamente en toda mi vida, y digo esto porque sé que esas palabras eran autenticas, yo lo sentí así y confió en ello, por lo tanto, confío en ti… Y sé que debo parecer un lunático por decir eso pero créeme que nunca eh estado mas cuerdo en mi vida. Por ello estoy aquí, para confesarte, contarte todo de mi, la prueba de que estas dispuesta a escucharme es que… viniste, aun cuando tenías la opción de no hacerlo- La miraba con ternura, emoción, ilusión y si creyera en ello diría que esperanza.- ¿Me permites contarte sobre mis demonios, Elysian?
*
Hablar primero le daba la ventaja de que ella pudiera desenvolverse, confiar en él, en caso de que lo entendiera, en caso de que no lo hiciera le daba la ventaja de que se alejaría lo más pronto posible de su lado evitando mayor interacción, haciendo que el proceso de olvidarla fuera mara rápido, o quizás no. Fuera lo que fuera había tomado la elección de decirlo, al mal tiempo darle prisa. Pero lo que ella dijo a continuación quedaría grabado en su alma eternamente: -Sería para mi un honor escucharla y guardar esos susurros para siempre en mi al igual que su aceptación y todo lo que siento por usted.- Una sonrisa radiante en sus labios dio paso a una mirada pensativa, preguntándose por donde debía comenzar, el principio resultaba ser lo mejor, sus ojos sobre los contrarios no se apartarían ni un segundo de ahora en adelante, esto era lo que era, fuera malo, terrible o peor era su realidad, así que no se avergonzaría de ello. -Me llamo Reggan B. Stoker, tengo 17 años, nací en Transilvania, en Rumania, el 31 de octubre de 1998, vengo de una familia de clase alta y no sé si decir lo mejor o lo peor: De sangre pura, una familia que se enorgullece de ello y que conserva las tradiciones de toda familia de nuestro nivel, al menos para una familia de magos tenebrosos de nuestro tipo. – Analizo su expresión antes de continuar, se relajaba mas con cada palabra que exclamaba, eso era bueno- Mis padres eran…adecuados, no eran las personas más cariñosas del mundo pero funcionaban, al menos al principió, al menos hasta que mi madre cometió… la falta más grave: Relacionarse sentimentalmente con un impuro, y un mestizo de la clase más baja, si bien ella no era una persona mala o despreciable, se gano el rechazo de todos por ello, en especial de mi padre, comenzó a golpearla recurrentemente, y su rechazo hacía mi hermana fue igual, no solo l sospechaba que Catherine podría no ser su hija, fue un desastre total, en menos de un año desde que se descubrió todo, mis padres murieron, ambos. Crecí rodeado de lujos, sin restricciones, sin reglas, asediado constantemente por el peligro, educado por mortifagos, nuestro tutor intento matarnos varias veces para reclamar la herencia de mis padres, como no lo consiguió me aparto de mi hermana y me mantuvo recluido en el castillo donde mi vida se transformo a partir de que se descubrieran mis “habilidades” como vidente, y comenzarán a usarme como su bola de cristal, no solo eso, comenzaron a entrenarme como miembro de la orden, los abusos físicos no me importaban, fue cuando comenzaron los asesinatos que algo en mi cambió, hasta ese punto yo tenía sueños, esperanzas, era alguien muy distinto, pero probar la sangre y tener la vida de alguien en mis manos, manipulándola a voluntad me cambió, para mal, pude haberme opuesto pero decidí no hacerlo, me entregue a la obscuridad a un mundo de excesos, un mundo de placer, lujuría, de crimen, de condena, de pecados, que se encargaron de contaminar mi alma, pero lo peor de todo fue que lejos de volverme un ser ruin y despreciable y de que todo en mi reflejara eso, todos parecían amarme más y más, como si con cada atrocidad que cometía algo en mi se volviera aun más angelical, como si me quedará con la vitalidad de cada persona que matará, como si los sueños y esperanzas de esas personas me dieran fuerza y belleza, podría sonar trágico pero yo me volví ambicioso, egoísta, narcisista, un manipulador de primera que no temía usar todo eso para conseguir lo que deseaba, para deshacerse de quien quería sin importar a cuantos pudiera dañar en el proceso, nunca tuve un amigo o persona que realmente apreciará, me volví frio y solitario, un actor perfecto para tantas mentiras perfectas siempre desempeñando mi papel a la perfección, siempre elegante, encantador, nunca libre, siempre con deseo de más, con deseo de sangre y muerte. Al menos hasta que te conocí Ely…- Susurro aquello último con una mirada particularmente intensa, personal, que decía mucho más que solo una serie de palabras bien expresadas. -
*
Era uno de los halagos poco halagadores más significativo que alguien haya podido expresar, decir que le gustaba como la llamaba hizo aparecer en sus labios una sonrisa conmovida, como si hubiera recibido un regalo exquisito, y así había sido, recibió palabras de aceptación y el rubor de las mejillas contrarias que reformo por completo su significado de la belleza y la inocencia, si habría que describir aquellos términos en una persona, sin duda sería Elysian en cuerpo y alma. Sus manos posadas sobre la mesa se deslizaron solo un poco hacía el frente al igual que el cuerpo del mayor que se inclino ligeramente, para volver aun más privadas, intimas, aun mas especiales las palabras que en un suave susurro, con su melodiosa y seductora voz exclamó: -Señorita Lutz… Elysian, Ely… se que quizás aun estés asimilando mis palabras, y por supuesto que quiero escuchar las tuyas, pero quiero que sepas que cuando te conocí te elegí como mía, y no hablo de poseerte, aunque soy amante del egoísmo contigo tomó un nuevo significado esa palabra, se volvió una inspiración, te volviste mi musa, el nuevo significado de mi vida, y yo deje de pertenecer al mundo, a la realidad en la que viví prácticamente toda mi vida, me entregue a ti sin que te enterarás y estoy aquí, confesándolo, pidiéndote que me mates, de una manera lenta y dulce, las crueles mentiras del amor me seducen contigo y en ese momento supe que estaba perdido, que no tenía esperanza, que no podría dejarte nunca, jamás abandonaría todo aunque fuera una simple fantasía de mi parte. Sin importar lo que digas o suceda esta noche, esa es mi decisión… Cuéntame, sobre ti, sobre todo aquello que aqueja tu alma, sobre tus pesadillas, sobre tus sueños, sobre lo que es relevante y lo vano, sobre lo principal y lo secundario, quiero saber todo sobre ti, todo lo que tú quieras contarme, todo lo que haga que me enamore más de la enigmática joven que es Elysian Lutz. || OST:https://www.youtube.com/watch?v=nPSRPwzarMY ||
*
Era una chica directa, y eso más que nada le gustaba, Ree solía ser melodramático de manera poética, era perfecto como aquellas palabras decían demasiado, y aun más fascinante era poder escucharla hablar tanto, añoraba el día en que pudieran hablar durante horas de temas sin importancia solo por el placer de disfrutar de su compañía mutua. Mientras tanto, aquello que le contaba hacía que su mirada pensativa se enalteciera, tenía tantas dudas y a la vez estaba satisfecho de saber más sobre Elysian. No menciono a sus padres o su vida antes del hospital mental, a quienes se refería como “Nosotros” suponía que eran sus hermanos, y salvo por detalles que le habría gustado escuchar todo le parecía sumamente exquisito. No el hecho de que ella tuviera que sufrir tanto, eso lo hacía sentirse en desacuerdo, Ely era la clase de joven que parecería haber crecido en una buena familia de costumbres estrictas, pero su falta de afecto y emociones demostraba algo mucho más severo, tal como acababa de contarlo. El antecedente de sus enfermedades mentales también llamó su atención, pero el hecho de que “ellos” hicieran por dinero lo que él hacía por placer fue lo mejor de todo, porque sabía que eso no era el único factor que lo provocaba, había algo más, matar no era sencillo para las personas que tenían ciertos sentimientos y valores que podían ser alterados por factores como locura, estrés o instinto de supervivencia, pero para otro tipo de individuos, un grupo muy reducido, aquello resultaba ser un “estilo de vida” ambos eran la prueba viviente, porque Reggan que comenzó por obligación ahora lo hacía por gusto y Ely no parecía tener remordimiento, ella era fascinante y le gustaba cada vez más, aun a pesar de su pasado tormentoso se mantenía más o menos estable o eso era lo que aparentaba. Sus manos avanzaron un poco más, quedando a unos escasos centímetros de las contrarias. -Entiendo… se que crecimos en mundos completamente diferentes pero lo comprendo muy bien- Alcanzo a rosar apenas los dedos contrarios sintiendo el frió de su piel- Yo crecí siguiendo las normas de mi familia, obligado a cometer atrocidades, a seguir mi “naturaleza” que poco a poco fui aceptando, tú te viste obligada a seguir la tuya hasta que se volvió parte de ti, y aunque aun no lo sepa todo, estoy seguro de que nada de lo que puedas decirme cambiará en mayor o menor medida lo que siento por ti, sé que mis sentimientos son egoístas y que hasta podrían resultar abrumadores para quien entiende poco o nada de ellos, pero así soy. Es algo que no puedo, y no quiero cambiar. Tu. – Con lo que le dijo de pronto una pregunta llegó a su mente, una que estaba obligado a aclarar antes de seguir hablando- Ely… no me has hablado del origen de tu familia, y no quiero que lo hagas si no estás segura de ello, pero quiero que respondas algo… ¿Eres pura? Me refiero a… tu sangre, tus antecedentes, eran magos puros o…- se aclaro la garganta antes de pronunciarlo en voz alta- Mestizos.
*
Tenía razón, su pregunta le causo gracia. Demasiada como para tomársela enserio, una risa divertida se escapo de sus labios hasta que cayó en cuenta de que hablaba en serio. Recordó el día en clase de pociones que pregunto quién era Lord Voldemort, la reclusión en el mundo muggle ahora tenía sentido. Abrió los ojos demasiado, en una expresión de sorpresa y pena por su reacción: -Ahm, nunca me habían preguntado eso. Puedes notarme un poco contrariado y es que, en realidad nadie comprende muy bien estos términos, veras….Es el nombre que se le asigna a los magos que poseen una ascendencia completamente mágica, alguien de mi clase. En mi familia solo ah habido magos, para explicarlo mejor, nunca ah habido una relación con otros descendientes inferiores, llamémosles, muggles, mestizos o magos nacidos de muggles, por ello se arreglan los matrimonios entre familias de nuestro circulo, o incluso entre nosotros mismos. Los Stoker son una dinastía regida por hombres desde su nacimiento hace trescientos años, nunca nació una mujer al menos no hasta que mi hermana vino a cambiar esa tradición, fui educado para mantener el linaje de mi familia, tal como lo hizo mi padre y su padre, así por más de veinte generaciones. Eso da a entender el por qué de mi pregunta Ely…- Esta vez tomo su mano con delicadeza y al mismo tiempo con firmeza haciéndola comprender lo que implicaba todo aquello- No quiero que de ninguna manera pienses que eres culpable de algo que no sabes, y creo que ese es el mayor problema para la gente como yo- Ahora comprendía muchas cosas- Yo soy de la idea de mantener una mente abierta y una actitud positiva ante casi todo, Elysian, si me dices que uno de tus padres era un muggle o una persona no cien por ciento mago yo… es algo difícil de asimilar pero no imposible porque…- su mirada se poso sobre los ojos de la menor con un temor que no podía ocultar- Ahora comprendo a mi madre… - susurro con vos temblorosa- Lo que quiero decir es que…- Su voz era casi inaudible, volvió la mirada alrededor asegurándose de que nadie los miraba o que al menos nadie conocido, como algún miembro de la orden, estaba ahí.- No me importaría si fueras mestiza…- Podría ser ejecutado de inmediato si alguien de la familia se enteraba de aquello, era una de las reglas principales: No te relacionarás con nadie en casta y pureza de sangre inferior a nuestra familia. Pero aun a pesar de todo, el temor en sus ojos, más que ser por él mismo, era por ella. Solo dos veces en su vida había dejado de ser egoísta, una, cuando renuncio a su hermana y dejo que se la llevaran y dos, cuando se dio cuenta de que estaba dispuesto a cambiar todo aquello en lo que creía y dispuesto a perderlo todo solo por ella.-
*
La manera en que pronuncio aquellas palabras lo hizo estremecerse por que comprendía el por qué lo evitaba, la vida no era fácil para nadie pero con Ely fue más que eso. -Tranquila- apretó su mano suavemente tomándola entre sus manos, acariciándola con cariño, le encantaba sentir el contraste de las temperaturas de su piel, la mano de Ely era tan fría, como si no tuviera vida y al mismo tiempo, no podía creer la cantidad de terminaciones nerviosas que existían, que lo hacían desear no soltarla jamás. -La vida es cruel, la manera en que afrontemos eso es lo que nos hace ser quienes somos, Ely… ambos hemos sobrevivido, de maneras distintas pero lo conseguimos, nadie imaginaría todo eso que me acabas de contar, pero no sabes lo valiente y fuerte que eres.- En lugar de sentir temor, desprecio o cualquier sentimiento negativo, se sentía cautivado por la chica que había sufrido tanto y que ahora podía hablar de ello, de una manera tan vivida que le aterraba pensar que alguien pudiera lastimarla de nuevo. – Los padres no siempre son los mejores ejemplos de nuestras vidas, se que crees que quizás tomaste el camino incorrecto pero cada quien elige quien quiere ser… Yo soy un narcisista con aires de grandeza, despiadado, sin sentido de la compasión, y pude haber sido diferente pero no lo quise, así que… nada podría cambiar mi forma de pensar sobre ti. Yo… quiero, deseo poder hacer que esos sentimientos cambien, hacerte feliz de la manera en que tu lo has hecho conmigo desde que te conocí.
-¡Ely… Elysian!- La menor se había quedado inmóvil, como absorbiendo todas sus palabras, intentando ser fuerte, ignorarlo y es que si alguien le hubiera dicho lo mismo, sin duda lo habría matado pero si hubiese sido alguien tan importante como ella lo era para él, estaría destrozado.
Lo más prudente era irse, alejarse y dejarla sola, para que lo odiara, para que se olvidará de lo que una vez tuvieron, de sus promesas, del amor que aun le profesaba pero que ya no podía ser.
Se alejo de ella soltando sus pequeños hombros que temblaron ligeramente.
Ahora mismo solo quería matar algo, hacer mucho daño, lastimarse. La lluvia llego para hacer frente a las lagrimas que poco a poco caían por sus mejillas, desde hacía cinco años no había llorado, ni una sola lagrima por nadie, desde que Jade se fue, cuando su familia se desvaneció, y ahora acababa de terminar con la única situación que lo había hecho enteramente feliz. Le rompió el corazón a quien confió en él, no merecía perdón ni misericordia, sus nudillos golpe a golpe se lo recordaban mientras la pared de su habitación poco a poco se teñía de sangre, hasta que el dolor era insoportable, entonces la magia hacía su trabajo, sanaba sus heridas solo para volver a comenzar, después del primer par de horas dejo de sentir dolor, eso le recordó todo lo que tuvo que pasar para dejar de tener tantas sensaciones físicas y emocionales comunes, tantos años reprimiéndose, era cuestión de tiempo para volver a ser así… O quizás no.
“Hasta el más valiente de entre nosotros se teme a sí mismo”
Yo siempre eh sido directo a la hora de decir las cosas, también me caracterizo por siempre enaltecerme en mis historias, al momento de contar mis experiencias, siempre siendo un héroe o en mi caso el villano principal. Aquel que sin temor o culpa puede cometer los actos más cuestionables y salirse con la suya o no tener consciencias que no sean gratas o geniales. Pues este no es el caso, ya que la pócima de la desesperación fue un conjunto de todas esas cosas que no cuento de mi, por que quiera admitirlo o no aun tengo un lado humano que me condena constantemente, que no me permite ser completamente inmune a los sentimientos que nos caracterizan. Y precisamente eso fue lo que me hizo reflexionar esta practica, las experiencias que me llevaron a ser la persona que soy ahora. El tiempo en que yo era un niño inocente, con sueños, esperanzas y propósitos que se encaminaban a la plenitud emocional y espiritual, a vivir una vida, si bien no ideal pero una que me llenaría casi por completo. Fui educado para seguir las normas y tradiciones de una familia conservadora de clase alta, una familia de magos de una linea pura de sangre, y me parecía genial, siempre eh admirado sus ideales y lo que hacían, propósitos como los nuestros siempre han sido cuestionados por su moralidad pero causan el mismo impacto hasta en el más abnegado. No era que fuera conformista, solo me gusto la vida que fue elegida para mi.
¿Cuando fue que eso cambió? Beber de la desesperación me recordó ese momento.
Nadie creería que alguien como yo ah hecho todo lo que yo eh hecho, es algo que me lleva a detestar aun más a las personas. Que te juzgan por lo superficial y no se atreven a ver mas allá de una apariencia de joven refinado e inocente, no se si para bien o mal siempre supe como aprovechar esa estúpida fijación por las apariencias. Siempre tan sensible y carismático. ¿El corazón de un poeta en tiempos modernos? No, un poeta tiene sentimientos, yo utilizo la poesía para intentar demostrar que los tengo. Primero que nada debo aclarar que no esperaba que la pócima me llevara de vuelta hasta mi niñez, creí que me llevaría a la primera vez que maté a alguien por placer, o a cuando cada una de mis venganzas egoístas y personales se materializaron sin importarme cuantas familias o vidas destroce en el proceso, esos actos crueles y sin sentido de la humanidad que cumplen con su propósito de serlo, por ello cuando estuve ahí fue uno de esos momentos que conllevan a una mayor reflexión. El decir ¿Por que esto es más fuerte o significativo que lo otro? Por que el hecho de ver a mi padre golpeando a mi madre por primera vez fue más relevante en mi vida que el hecho de torturar a tantos mestizos por el hecho de no ser puros, sin siquiera importar sus vidas, si eran personas buenas o no. He aprendido a amar los secretos. Parecen ser lo único capaz de prestarle cierto misterio o fantasía a la vida moderna. Lo más banal resulta delicioso con sólo esconderlo. Y para mi se volvió como un credo, nunca oculte el apellido de mi familia, pues ya tiene una reputación formada pero tampoco hable o conté algo más de lo que todos sabían, para mantenerme como algo peligroso pero atrayente. Todos esos actos ruines tienen un encanto prohibido si no son revelados.Hoy en día, la gente tiene miedo de sí misma. Han olvidado su principal deber, el deber que uno tiene consigo mismo. Naturalmente, son caritativos. Dan de comer al hambriento y de vestir al mendigo. Pero privan de alimento a su propia alma y están desnudos. Se pierden a si mismos por llevar acabo una serie de actos que le dan una paz falsa a sus consciencias. Creyéndose capaces de juzgar de inmorales aquellos actos que nunca se atrevieron a realizar por temor a lo mismo, a ser juzgados: La única forma de librarse de una tentación es ceder ante ella. De resistirse, el alma enfermará anhelando aquellas cosas que se ha prohibido, deseando lo que sus monstruosas leyes han convertido en terrible e ilícito. Los grandes acontecimientos del mundo tienen lugar en la mente. Y es también en la mente, sólo en la mente, donde se cometen los grandes pecados. Yo decidí llevar a cabo todas esas ideas y me condené a vivir en un abismo de depravación. El pecado es el único elemento de color que le queda a la vida moderna. Debe estarse preguntando por que le eh contado todo esto, haciendo de este un ensayo demasiado largo solo para dar una explicación sobre los efectos de una pócima, bueno, yo me veo obligado a decir que dicho brebaje me puso a pensar en todo esto, y fue una experiencia aterradora, increíble y devastadora, me recordó el por que me volví como me volví, me recordó que todos los monstruos también son humanos, y que detrás de lo exquisito de este mundo siempre se oculta una tragedia. Los fantasmas de mi pasado regresaron, tan vivos y reales que volví a ser el temeroso niño de ocho años que se vio obligado a crecer sin sus padres en una jerarquía en la que sus superiores lo usaron de peón hasta que se revelo para ser el próximo rey. Hay venenos tan sutiles que para conocer sus propiedades es preciso enfermar por su causa. Hay males tan extraños que es necesario pasar por ellos para comprender su naturaleza. Y sin embargo, ¡qué gran recompensa se recibe a cambio! ¡Qué maravilloso lugar se vuelve el mundo! Conocer la extraña y dura lógica de la pasión y la rica vida emocional del intelecto, observar dónde coinciden y se separan, cuándo están en armonía y cuándo en discordia... ¡Es una delicia! ¿Qué importa cuál sea el precio? Nunca se paga un precio lo bastante alto a cambio de una sensación. Y por eso estoy agradecido, fue difícil, pero muchas de las cosas que valen la pena en la vida lo son, son duras, te desgarran el alma quedándose con una pequeña parte de ti pero lo valen. Nada nunca me hizo sentir tan vivo como la desesperación a flor de piel, sentimientos auténticos producto de una poción creada para la magia tenebrosa, para dañar y producir dolor, fascinante en verdad.
“Nuestro futuro será igual a nuestro pasado, y el pecado que un día cometimos con pesadumbre de nuevo lo cometeremos muchas otras veces, y con alegría”
||Reggan B. Stoker || Slytherin ||
|| Nota encantada en forma de serpiente + Investigaciones ||
Profesora Muniz:
Aquí entrego mi tarea para su clase, esta es mi primera semana y debo mencionar que su clase es la que más me entusiasma, me habría gustado tomarla desde el principio pero me adaptare rápido a sus métodos de trabajo. Un placer saludarla.
Que tenga una linda noche.
|| Reggan B. Stoker ||
Investigación: La magia en la civilización Egipcia:
https://www.facebook.com/notes/reggan-b-stoker/-dcao-investigaci%C3%B3n-1-/146059035850057
Investigación: Maldición Inferio: https://www.facebook.com/RegganBStoker/posts/146074389181855